Uno de los ingredientes más usados para elaborar platos en Japón es el miso, cuyo nombre significa «fuente del sabor». El miso de logra tras fermentar la soja en semillas, y el resultado de esta fermentación es poco agradable en cuanto a presentación, ya que consiste en una masa, muy espesa, pero el sabor cambia mucho. En Japón se considera un alimento con propiedades curativas, y es por eso que durante mucho tiempo se viene utilizando en multitud de platos y varias preparaciones.
De entre los misos más famosos se encuentran el miso blanco, el rojo y el negro. Cada uno tiene un sabor más fuerte que el anterior y por tanto un mayor tiempo de maduración. Se suele utilizar mucho para condimenta el sushi, que ciertamente resulta una mezcla deliciosa.
Los turistas que viajen a Japón se podrán encontrar miso en muchos platos como condimento y en pequeñas cantidades, debido a que su sabor es intenso en algunos casos. Las propiedades del sushi hace que su consumo sea recomendable en todos los casos excepto en personas que tengan hipertensión, debido a que tiene un alto contenido en sodio. Merece la pena probar el miso ya que su sabor no tiene nada que ver con su aspecto pastoso.